En la Residencia Universitaria Rosaleda de Santiago de Compostela no conocemos el aburrimiento. Ilusión renovada, con muchas caras nuevas
El bullicio de los primeros días en la Residencia Universitaria Rosaleda nos encanta después de un verano sin ambiente juvenil. La adaptación a nuevas residentes, horarios… no dura demasiado y es un aliciente para todos, después de un verano sin ambiente juvenil. La incorporación a las clases de la Universidad de Santiago de Compostela pocos días después de terminar las vacaciones y esa incertidumbre ante lo desconocido, desaparecerá en un par de días en los que nuestras residentes conocerán con toda seguridad a las que serán sus mejores amigas, las que las acompañarán en este largo camino, que sorprendentemente se recorre más rápido de lo esperado.
Al principio, aunque Santiago de Compostela es una ciudad pequeña, nadie sabe como llegar a su facultad y las residentes que van al Campus Vida también llamado Campus Sur, se organizan para ir juntas desde la residencia, los primeros días de clase. Las estudiantes que van al Campus Norte suelen ser las más madrugadoras. Así las alumnas de primer curso de medicina en la USC salen de La Residencia Universitaria Rosaleda poco después de las ocho y media si les corresponde el horario de mañana. El primer año en una Residencia Universitaria es una experiencia que nadie debería perder, incluso las residentes que el segundo año optan por otro tipo de alojamiento o estancia suelen seguir vinculadas a nosotras, nos visitan a principio de curso y nos recomiendan a sus familias y amigos. Es especialmente emotivo reencontrarnos con antiguas residentes que acompañan a sus hermanas pequeñas a la residencia. Y también lo es encontrarlas en sus puestos de trabajo, en Santiago e incluso en ciudades o comunidades autónomas más lejanas y recuperar el contacto.
Después de veinticinco años ¡Sí, 25, han leído bien! seguimos aquí, aprendiendo de todo lo bueno y lo malo que hemos vivido juntas. Para ayudar y acompañar en lo que surja, en los imprevistos y en los momentos clave del crecimiento personal de estas jovencísimas pero grandes personas.
Benvidas, rosas …